Nuestra vida es nuestra vida porque la creamos a base de tradiciones que nos hacen ser quienes somos. Pequeños rituales que se convierten en especiales a fuerza de repetirlos año a año. Esa deliciosa rutina que consigue que la vida tenga sentido. Al menos la nuestra.
Tradiciones que nos definen. Tradiciones que dicen cómo somos, qué nos mueve, qué nos hace vibrar, sentir.
Nuestra primera llamada a SOS mamás fue casi por casualidad, así como nacen las historias importantes. Las más bonitas.
Ascen descolgó el teléfono y, con su gratitud, su tesón, su preocupación convertida en acción y su colaboración los 365 días del año, nos conquistó para siempre. Ella quiere conseguir que todos sus niños, porque son un poco suyos, y sus madres coman y sean felices y no parece querer parar hasta conseguirlo.
Una llamada que consiguió que, en cuestión de días, el espacio dedicado a la recogida de comida en Refineria se quedara corto.
Bolsas y bolsas llenas de víveres adornaban nuestro particular árbol de navidad, ahí donde el mejor regalo es un plato de comida para los que más lo necesitan.
Al primer año le siguió un segundo, a ese segundo un tercero y este 2017 lo queremos cerrar con una cuarta colaboración con SOS Mamás que pretendemos que supere a todas las demás.
Desde Refineria abrimos nuestras puertas de par en par para que todos los que componéis la familia refinera, amigos, familiares, compañeros, vecinos, conocidos, vengáis a dejar vuestro particular regalo de navidad para aquellos que más lo necesitan.
Dijo Henry Ford que reunirse era un comienzo, permanecer juntos un progreso y trabajar juntos el éxito.
A nosotros se nos ocurren pocas maneras mejores de acabar el año que celebrando el éxito todos juntos.
¿Os animáis a llenar las cajas?
Atrás
Volver al listado
