¿Te llamamos?
¿Te llamamos?
09.04.2018 Refineria

Coches autónomos: dilema moral del avance tecnológico

Inicio | Blog | Refineria

El 18 de marzo de 2018 fue un día que marcó un antes y un después en la carretera. 

Un coche autónomo atropellaba a una mujer que cruzaba un paso de cebra en Tempe, Arizona, y se convertía en la primera víctima mortal de un vehículo de conducción autónoma de la compañía Uber.

A raíz de este suceso, nos parece interesante hacer una reflexión sobre los avances tecnológicos: por una parte la reticencia ante los cambios y sus fallos iniciales y por otra parte, su potencial.

¿Cuánto o cómo nos facilitará la vida?

La relación con la tecnología, a pesar de tener un smartphone en el bolsillo, no ha sido siempre un camino de rosas.

El primer accidente mortal ocasionado por automóvil sucedió el 17 de agosto de 1896 en Londres producido por un coche que circulaba a 6 kilómetros por hora. Hoy en día existen más de 1,2 millones de vehículos matriculados en el mundo, y sería impensable que en un hogar no hubiera un coche, una de las innovaciones que más han influido en nuestras vidas.

El primer trasplante de corazón se llevó a cabo en enero de 1964 por James Hardy que trasplantó el corazón de un chimpancé en un paciente al borde de la muerte; el corazón latió durante 90 minutos antes de pararse para siempre. Actualmente se realizan más de 6.270 trasplantes de corazón con éxito al año en el mundo.

En 1848 se construyó una aeronave que pudo despegar por sus propios medios y llegó a volar apenas dos o tres segundos. A día de hoy se contabilizan más de 100.000 vuelos diarios en el mundo, unos 37,4 millones al año.

Han sido muchas las dudas sobre el desarrollo de la tecnología pero, sin duda, a día de hoy, nuestro presente no sería posible sin ella.

La empresa Tesla de diseño, fabricación y venta de coches, llevó a cabo la fabricación de un coche autónomo mediante inteligencia artificial aplicada a vehículos. Empresa cuya reputación se ha visto afectada estos últimos meses debido al segundo accidente mortal causado por uno de sus modelos en California. El sistema del vehículo avisó al conductor de que debía reaccionar y ponerse al mando del volante, contando con un tiempo de respuesta de 5 segundos y 150 metros de visibilidad.

 “Es la primera muerte en más de 209 millones de kilómetros con el piloto automático activado frente a una muerte por cada 96 millones de kilómetros cuando conduce un humano de media en todo el mundo” afirmó Elon Musk.

Tal y como ha ocurrido con el desarrollo de la medicina y los medios de transporte, puede que para alcanzar la perfección en este tipo de vehículos el proceso sea largo y el precio elevado. Es decir, para que una máquina llegue a ser inteligente debe estar abastecida de datos suficientes y debe estar probada en entornos reales para adquirir esa información.

Es muy elevada la desconfianza de los humanos hacia estas máquinas que conducen prácticamente solas, aun cuando el 90% de las causas de los accidentes lo provocan ellos mismos. Es complicado determinar el porcentaje de accidentes de los vehículos autónomos para decretar si en realidad son más seguros, como establecer un índice de no colisiones. De momento no está claro si los vehículos autónomos podrían prevenir peligros potenciales, o si en un futuro reaccionarían mejor que los humanos para no estrellarse.

¿Quién sabe? 

Es posible que la era de los vehículos conducidos por humanos esté llegando a su fin.


Comparte en tus redes