Toñi Tobal

`Cádiz, salada claridad. Granada,

agua oculta que llora.

Romana y mora, Córdoba callada.

Málaga, cantaora.

Almería dorada.

Plateado Jaén. Huelva: la orilla

de las Tres Carabelas.

Y Sevilla.’

Al igual que Manuel Machado recorriera la grandeza de su tierra con palabras y delicadeza, Toñi recorre su Andalucía querida, no de cuna sino de sangre, con memoria y pasión, herencia y amor. Caletas, alhambras, alcazabas y esa salada claridad que da el recuerdo y el descanso de las playas de Tarifa.

Ella, como dijo Izal, baila (mucho y bien) mientras la gente cuerda grita, llora, sufre y niega a los locos, esos renglones que Dios, por mucho que se empeñe, no torcerá nunca. Toñi, que más que andar flota, baila con la elasticidad que da el trabajo, el sudor y las lágrimas vertidas sobre la moqueta que un día se convirtieron en arte.  

Cinéfila de las que defiende que hay vida más allá de la voluptuosidad de la carne y la guerra entre república y nación, te mira desde el fondo de sus ojos de color (IM) posible e inmediatamente tienes la sensación de que todo irá bien.

Alegre, positiva y amable, Toñi es de esa clase de persona que sonríe con los ojos, la cara y la actitud. Capaz de contagiar su entusiasmo y fortaleza más allá de la realidad, esta especialista en SEM, conseguirá que no recuerdes nada antes de ella.

Dicen que viajar es capaz de revitalizar la mente. Así que si la pierdes de vista, no te preocupes, estará abrazando al mundo desde un avión.